lunes, 8 de abril de 2024

Calerito corta dos orejas y Lama una en el Domingo de Preferia

El domingo de la preferia sevillana se ha convertido en los ultimos años en la tarde de la oportunidad para los toreros sevillanos menos habituales en los carteles. Lama de Góngora, José Ruiz Muñoz y Calerito fueron los espadas elegidos para lidiar una corrida de Fermín Bohórquez. 

En torno a media plaza para la segunda de abono en tarde agradable donde el público se mostró excesivamente cariñoso a la hora de solicitar los trofeos. Urge imponer un criterio de mayor exigencia tanto en el palco como en el aficionado maestrante.

Abrió plaza un precioso ejemplar de Fermín con el que Lama de Góngora se estiró a la verónica con gran soltura logrando escuchar los primeros olés de la tarde. El toro se arrancó con alegría y fijación al caballo, siendo picado magistralmente por "Chocolate". Parearon con brillo Juan José Domínguez y Fernando Sánchez que acabaron desmonterandose. Con run run por los buenos detalles que estaba dejando la lidia se fue Lama a brindar al público y tras unas primeras tandas sin superar las expectativas el toro se fue apagando. Por la izquierda más de lo mismo, el poco fuelle del astado imposibilitó las opciones de triunfo. Logró una estocada certera a la tercera y tras escuchar un aviso recibió una cariñosa ocasión en el tercio.

El segundo de la tarde seguiría los pasos de su hermano anterior en el último tercio. Tras no poder Ruiz Muñoz dejar ningún detalle en los primeros tercios, fue Calerito quien en su turno de quite deleitó con un ajustado quite por chicuelinas de mucho mérito. En la faena, no hubo nada más allá de detalles de corte de torero caro pero sin redondear nada por las condiciones del toro. Con la espada anduvo desacertado y fueron hasta ocho los toques de verduguillo los que necesitó para que se echara el animal. Había escuchado un aviso.

El tercero no dejó a Calerito torear a la verónica, aunque ya se veía la predisposición que traía el de Aznalcóllar. Tras brindar al padre de Espartaco se fue a los medios y enterró las rodillas en tierra comenzando así a torear en redondo. Se sucedían las series con la música de fondo, series irregulares donde se enlazaban muletazos de gran clase con otros con enganchones que no permitían que las cotas de la faena fueran creciendo. Con la mano izquierda la faena también fue perdiendo fuelle a la misma vez que el toro. Una gran estocada alentó a un público cariñoso a pedir mayoritariamente una oreja que el palco concedería.

Tras empezar a despertar la tarde, Lama de Góngora se fue a la puerta de chiqueros y tras no ejecutar la suerte con facilidad por un salto del toro a la hora de llegar al embroque le pegó dos largas cambiadas ya en el tercio. No podía dejar escapar Lama la oportunidad. El toro, con movilidad acometía a la muleta de Paco quién en unas primeras tandas complicadas e inciertas logro sacar muletazos largos de mérito. Cierto es que el toro salía con la cabeza alta y desentendida, pero esa movilidad mantenía la atención del público. La faena tomó otro vuelo cuando se echó la muleta a la mano izquierda, dejando grandes naturales que calaron en los tendidos. Fueron tres tandas irregulares donde el toro ya había entregado la moneda y hacía por rajarse pero en las que cada muletazo era más hondo, encajado y despacio que el anterior. El toro acabó rajado por completo, y a Lama que no se le podía escapar se tiró a matar recitando una estocada que fue suficiente para que se echara el animal y se le concediera la oreja.

La tarde iba para arriba, y tras haber puntuado Calerito y Lama de Góngora a Ruiz Muñoz le quedaba su última baza. El quinto fue el peor del encierro sin duda pero tampoco tuvo enfrente un torero dispuesto a solventar dignamente las complicaciones del oponente. Inédito de capote, con la muleta abrevió tras no ver nada positivo en el animal. Sufrió varios desarmes fruto de la inseguridad que mostraba el torero. Con la espada siguió el trámite con las consecuentes protestas de fondo por el espectáculo que se estaba produciendo. Fueron cuantiosos los descabellos que precisó, y tras echarse el toro escuchó pitos.

Salió Calerito al último con el mismo entusiasmo que a su toro anterior. El animal, el más feo de la corrida tuvo una movilidad que aprovechó el torero. La faena, tuvo cierto parecido con la del tercero, no terminó de haber una tanda redonda y limpia, pero los muletazos donde lograba lucimiento tenían calado. La estocada no quedó agarrada y precisó de un descabello certero. El público pidió la oreja y se le volvió a conceder. Un premio numérico un tanto desproporcionado para el conjunto de la tarde pero merecido en cuanto actitud y compromiso del joven torero sevillano. Salió a hombros por la puerta de Cuadrillas.

Sevilla. 2° de Abono. 1/2 de plaza

Toros de Fermín Bohórquez (desiguales en comportamiento y juego).

Lama de Góngora: Ovación tras aviso y Oreja.
Ruiz Muñoz: Silencio tras aviso y Pitos.
Calerito: Oreja y Oreja tras aviso.





miércoles, 3 de abril de 2024

Castella suma y Roca sigue

 El comienzo de la temporada taurina en el coso maestrante iba a estar marcado por la tónica que había precedido durante toda la semana grande en la capital hispalense. Un torrencial aguacero minutos antes de que trenzaran el primer paseíllo del año los célebres acartelados hizo que se demorara media hora el inicio del festejo.

El cartel con más polémica del invierno en los mentideros taurinos lo componían José Antonio Morante de la Puebla, pilar fundamental del abono sevillano tras su excelsa temporada anterior, Sebastián Castella, triunfador del pasado San Miguel y Andrés Roca Rey, el que arrasa en las taquillas, con una corrida dispar de hechuras y de juego de Hermanos García Jiménez remendada con un polémico segundo sombrero de Román Sorando que saltó al ruedo en sexto lugar.

Una vez los operarios acondicionaron el ruedo maestrante sonaron los primeros acordes de la banda de Tejera marcando el comienzo de la primera de abono.



Morante, estrenando un tacazo dejó pinceladas artísticas estirándose cuanto pudo con su primer Esaborio de la tarde. El toro, le hizo varios engaños por dentro durante la lidia, llegando a llevarse por delante el capote en un extraño, y no fue otro que Curro Javier con dos excelsos capotazos por bajo quien hizo mejorar la condición del toro. Con la muleta, el diestro cigarrero dejó detalles de gran nivel en el comienzo de faena, con preciosos trincherazos y algún derechazo de cartel durante lo que duró el de Matilla. Poco más pudo hacer. Con la espada desconfiado en toda la tarde el torero cigarrero. 

En segundo lugar saltó al ruedo un toro que no dejó a Sebastián Castella estirarse a la verónica, el animal, con más genio que bravura acometía con fiereza a cada muletazo que le proponía Castella. Poco a poco, con la base de la faena por el pitón izquierdo la firmeza del francés hizo que el público entrase en escena y con Tejera sonando llegarán grandes naturales de mucho mérito. Aún habiéndose excedido un poco en la medida de la faena culminó con una gran estocada que propició la primera oreja de la temporada sevillana. Una oreja de las llamadas de ley.

En el tercer acto Roca Rey se las vio de primeras con un oponente de Matilla que sería devuelto tras flojear a la salida del caballo. En su lugar, salió el primer sombrero, también de la ganadería titular, un castaño que acabaría siendo el toro más noble de la corrida, y con el que Roca Rey, alejado de toreo accesorio y triunfalista se decidió a torear en una faena que tuvo varias fases. La central fue la más condecorada, donde el peruano mandó con suavidad en las embestidas del morlaco que acudía con nobleza y ritmo sobre todo por el pitón derecho. Cuando la faena estaba en el punto más alto bajó la intensidad tanto en el ruedo como en los tendidos y tras la estocada en todo lo alto se le concedió una oreja.

Llegados a este punto, ecuador del festejo y con un resultado positivo en cuanto a trofeos todo se vino a menos mientras la noche empezaba a ser testigo de lo que acontecía. Y no solo la noche, también el frio más típico de otras épocas del año y otros lugares de la geografía española.

El segundo Esaborio de Morante aún lo fue más que el primero. Se puede resumir la tarde de Morante en un quiero y no puedo por no tener un oponente acorde enfrente, pero si podemos observar cómo la predisposición del cigarrero en todo momento estaba a la altura de una tarde como la de Resurrección. Solo cabe esperar que el genio pase este bache por el que atraviesa y pueda seguir deleitando con un toreo solo al alcance de los elegidos.

Con el quinto, Castella lo intentó de todas las maneras posibles, pero cuando no puede ser no puede ser y además es imposible. No hubo oponente digno, un toro sin transmisión ninguna a los tendidos con el que Castella acabó pasándose de faena y desesperando al respetable.

El sexto, que resultó también ser bis, pertenecía a la ganadería jienense de Román Sorando, no era hermano de los que saltaron con anterioridad pero si tenia condiciones similares. Ni siquiera Roca Rey fue capaz de sacarle nada al animal. Roca no mata, revienta.

Algo extraño sucedió cuando debió salir el sexto toro reseñado de García Jiménez, que no saltó al ruedo por una aparente congestión. Curioso que Roca no acabara matando ninguno de un lote que por la mañana no había gustado. ¿Sentará precedente?


Sevilla. Domingo de Resurrección.

Toros de García Jiménez y Román Sorando (6° bis) para

Morante de la Puebla SILENCIO y SILENCIO 

Sebastián Castella OREJA Y SILENCIO 

Roca Rey OREJA y SILENCIO 

Calerito corta dos orejas y Lama una en el Domingo de Preferia

El domingo de la preferia sevillana se ha convertido en los ultimos años en la tarde de la oportunidad para los toreros sevillanos menos hab...